PENSAMIENTO CLAVE: La vida, sin un sentido de la presencia de Jesús, es vacía. Jesús envió al Espíritu Santo para llenar el lugar que él había tenido en las vidas de sus discípulos. Aunque esta disposición les fue difícil de captar, sería mejor que sólo tener la presencia física de Jesús con ellos.

EL ESPÍRITU FUE ENVIADO PARA continuar y fortalecer la obra de Jesús sobre la tierra. Después del lavamiento de los pies, la sombra de la cruz comenzó a llenar la sala donde se reclinaban Jesús y sus discípulos. Habían llegado los últimos momentos de Cristo con sus discípulos. Ellos comenzaron a darse cuenta de que Jesús estaba por dejarlos. En Juan 13-16 Jesús les presentó un discurso de despedida en el que les enseñó cómo vivir sin su presencia física, así como tendría que vivir la segunda generación de cristianos sin la presencia física de los discípulos.

Es muy importante para nosotros, que vivimos a muchas generaciones de distancia del tiempo de Cristo, darnos cuenta de que la ausencia física de Jesús no es una limitación para nosotros o para nuestro andar con Jesús. Podemos ser todo lo que él quiere que seamos, aquí y ahora, aun cuando él no está entre nosotros como estuvo con los discípulos. Mediante la presencia del Espíritu Santo, la palabra de Jesús es tan buena todavía como su toque.

¿Qué problemas estaban enfrentando en ese momento Jesús y sus discípulos? Juan 13:33,36.
¿Qué sintió Jesús que dejaría un impacto sobre sus discípulos? Juan 14:18.

Jesús los dejaría, y los discípulos se estaban sintiendo abandonados. ¿Cómo podrían continuar sin él? Pero Jesús lo aclara muy bien, diciéndoles que su partida los beneficiaría.

¿De qué manera los discípulos estarían mejor cuando Jesús volviera al Padre? Ver Juan 14:12-14. ¿Qué está diciendo Jesús aquí?
Una clave para comprender de qué manera la partida de Jesús beneficiaría a sus discípulos se encuentra en la declaración que hizo Jesús acerca de que los discípulos harían mayores obras que las que él hizo (Juan 14:12). A primera vista, esta declaración parece absurda. ¿Cómo podría alguien hacer obras mayores que las que hizo Jesús? No obstante, el Jesús terrenal estaba sujeto a las limitaciones humanas; él podía estar sólo en un lugar a la vez. Cuando Jesús estuvo con los discípulos, se podía ver al Padre sólo en la persona de Jesús (vers. 9). Pero cuando él se fue al Padre, esas limitaciones específicas quedaron atrás. Mediante el Espíritu (vers. 16,17), sus discípulos podrían representar el carácter de Dios en todo el mundo.

Por cuanto Jesús fue al Padre y envió al Espíritu, millones de discípulos han continuado la obra de Jesús. Y por medio de las obras y los escritos de los discípulos, Jesús ha llegado a ser real para millones de personas alrededor del globo. En un sentido, los discípulos de Jesús tomaron su lugar en el mundo; las palabras y las acciones de los creyentes pueden ser el único retrato de Jesús que algunas personas llegarán a ver alguna vez.

Piensa en aquéllos que han tenido contacto personal contigo en la últimas 24 horas. ¿Habrá sido tu influencia tal que ellos llegaron a estar más interesados en conocer al Dios a quien profesas servir, o los habrás alejado de él? Sé honesto contigo mismo.

¿De qué modo los discípulos debían relacionarse con esto y con la I pérdida de su presencia personal? Juan 15:26,27; 16:7.
La relación de Jesús con el mundo tiene su similitud con la relación de los discípulos con los no creyentes (Juan 15:18). El odio del mundo hacia los discípulos está arraigado en el odio hacia Jesús (vers. 22-25). Los valores del mundo a menudo son opuestos a los valores de Dios; a veces, están en conflicto directo. De este modo, los discípulos necesitan estar listos para enfrentar la hostilidad del mundo.

Para los discípulos, la experiencia negativa de odio y persecución (vers. 18-25; 16:1-4) estaba equilibrada por los beneficios que tendrían porque Jesús había regresado al Padre y enviado a su Espíritu (Juan 15:26,27; 16:7-15).

¿Por qué era mejor que Jesús los dejara? 1) Él les enviaría al Espíritu Santo, que no estaría sujeto a las limitaciones humanas. 2) Por medio de los esfuerzos de los discípulos, la obra de Jesús se esparciría por todo el mundo e impactaría a cada persona y lugar. 3) El amor que ellos tendrían por medio del Espíritu (15:12-15) tendría un poder convincente en el mundo (13:34, 35). 4) Salir adelante, a pesar de la ausencia de Jesús, permitiría que los discípulos proveyeran un sólido fundamento para los que vendrían después de su generación (15:1-8).

Lee Juan 14:21,23, y Juan 15:10-14. ¿Qué conexión muestra el Señor que existe entre el amor y los mandamientos? En tu propia experiencia, ¿de qué modo has visto el vínculo inseparable entre el amor y los mandamientos? ¿De qué modo están vinculados con "permanecer en la vid"?

¿Qué podemos aprender acerca de la obia del Espíritu Santo en Juan 1:32,33; 3:5-8; 4:23,24; y 7:37-39?
Aunque el Espíritu aparece mencionado varias veces en la primera mitad de este Evangelio, hay poca información acerca de él. El Espíritu hace posible que Juan el Bautista identifique a Jesús en el Jordán (Juan 1:32, 33). Es una parte esencial de la participación humana en el reino de Dios (Juan 3:5, 6). Aunque su obra no puede ser controlada por los seres humanos, se puede ver su efecto sobre las personas (vers. 8). La adoración ya no estará ligada a lugares específicos o templos, ni se limita a ningún pueblo en particular Quan 4:23, 24). Él está disponible en todo lugar y para cualquier persona de cualquier trasfondo étnico o cultural, mediante las palabras de Jesús (Juan 6:63).

La naturaleza exacta de la obra del Espíritu sólo se manifestaría en el contexto de la cruz 0uan 7:39). De modo que Juan 7:37-39 es un pasaje de transición que prepara al lector para la información más clara y detallada acerca de la obra del Espíritu que habrá en el discurso de despedida de los capítulos 13-16. La afirmación de Jesús registrada en Juan 20:22, "Y [...] sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo", muestra que la promesa de Juan 7:39, en realidad, comenzó a cumplirse inmediatamente después de la "glorificación" de Jesús en la cruz.

En los capítulos 14-16 de Juan, el título que se le da al Espíritu es un sustantivo griego que puede traducirse como "Consolador" o "Consejero". El significado básico de la raíz de parákletos es una persona que es llamada para ayudar a alguien. De modo que la palabra puede ser usada en el sentido legal de un abogado defensor en un juicio que apela en favor de otro, o como alguien que viene a consolar a una persona que está abrumada de dolor en un momento de gran pérdida. Ambos significados se ajustan bien al contexto de Juan 14-16.

Jesús llamó al Espíritu Santo "otro Consolador" (Juan 14:16). Esto significa que el Espíritu Santo no es el Consejero (o el Consolador), sino que es otra Consolador. El lenguaje original enfatiza la similitud entre Jesús y el Espíritu. El Espíritu es otro Consolador como Jesús. Jesús es el Consolador. Los discípulos se sentían deprimidos. Jesús había dicho que se iba, y ellos estaban angustiados (Juan 13:33,36; 14:2-5). Así que Jesús les asegura que no quedarían "huérfanos" (Juan 14:18). Por medio del Espíritu, él continuaría estando con ellos. El Espíritu haría por ellos las mismas cosas que Jesús hacía cuando estaba físicamente sobre la tierra. El objetivo final de este mensaje, por supuesto, son los que vendrían después, los que creerían mediante las palabras de los evangelios escritos, no por medio del contacto físico con Jesús, o con cualquiera que hubiera conocido a Jesús en la carne. "Estorbado por la humanidad, Cristo no podía estar en todo lugar personalmente. Por lo tanto, convenía a sus discípulos que fuese al Padre y enviase el Espíritu como su sucesor en la tierra. Nadie podría entonces tener ventaja por su situación o su contacto personal con Cristo. Por el Espíritu, el Salvador sería accesible a todos. En este sentido, estaría más cerca de ellos que si no hubiese ascendido a lo alto" (DTG 622, 623).

Jesús también llamó al Espíritu Santo el "Espíritu de verdad" (Juan 14:17). La persona y la obra del Espíritu es auténtica y real; se puede confiar en ella. El Espíritu no nos guiará en contra de la verdad acerca de Jesús o acerca de nosotros mismos. La verdad puede ser dolorosa cuando la escuchamos; pero es necesaria para el crecimiento espiritual. Sólo los que están comprometidos con la verdad, como se manifiesta por su obediencia a la verdad que ya conocen, recibirán el Espíritu (vers. 15,16,21). Y ¿cómo podemos entender la obediencia aparte de los mandamientos?

Considera otra vez Juan 14:21. Jesús dice que los que guardan sus mandamientos son quienes lo aman, y que él se manifestará a ellos. ¿De qué modo has experimentado esta manifestación de Cristo en tu propia vida?

¿En qué tres áreas el Espíritu Santo produce convicción? Juan 16:8-11. ¿Qué dos características de la obra del Espíritu se destacan en Juan 16:13? Además, ¿de qué modo los mandamientos, como se consideraron en el texto para ayer, son apropiados aquí? ¿De qué manera están relacionados?

Jesús no necesita que el Espíritu Santo lo glorifique en su persona; el Padre lo hizo cuando exaltó a Jesús y lo puso a su diestra en ocasión de la ascensión. El papel del Espíritu, más bien, es el de exaltar y glorificar a Jesús en la estima de la humanidad, aquí en la tierra. Las únicas revelaciones del Espíritu son las que exaltan y glorifican a Jesús. Por lo tanto, por valiosa que sea la obra del Espíritu, no es correcta si prestamos atención al Espíritu en desmedro de nuestra atención a Jesús.

El Espíritu es el Sucesor y Representante de Cristo ante los discípulos y el mundo. En este sentido, se puede decir que el Espíritu Santo "reemplaza" a Jesús. El Espíritu extiende la presencia de Jesús a la nueva genera-ción que no conoció su contacto físico. La enseñanza de Jesús es que lo que ya no podía hacer en la carne, el Espíritu lo haría en todas partes en su nombre. El testimonio que Jesús ya no podía dar, el Espíritu lo daría en su nombre. Mediante el Espíritu, Jesús continuaría siendo glorificado.

Por otra parte, así como Jesús trajo juicio y convicción a todos los que estuvieron expuestos a su luz, el Espíritu Santo ejerce, en este mundo, el ministerio de traer convicción de pecado, de ofrecer la justicia y de advertir del juicio inminente. El mundo rechazó a Jesús y todavía lo hace hoy. Pero, a pesar del continuo rechazo del mundo, el Espíritu sigue convenciendo a las personas, y ellas escuchan la voz de Jesús mediante la voz del Espíritu.
Por lo tanto, es mediante el Espíritu que la presencia de Jesús se hace real en nuestras vidas, aunque no podamos verlo ni tocarlo. Aunque otros no compartan nuestra experiencia, el Espíritu proporciona un sentido real de lo sobrenatural en aquéllos que entran en una relación con Jesús, y se entregan a la conducción y el consuelo del Espíritu Santo.

Si alguien te preguntara de qué manera el Espíritu Santo afectó tu vida, ¿qué le responderías? ¿Qué dice tu respuesta acerca de tu caminar con el Señor? ¿Qué cambios necesitas hacer?

"Una cosa es manifestar un asentimiento general a la intervención del Espíritu Santo, y otra es aceptar su obra como reprendedor que nos llama al arrepentimiento. Muchos sienten su apartamiento de Dios, comprenden que están esclavizados por el yo y el pecado; hacen esfuerzos por reformarse; pero no crucifican el yo. No se entregan enteramente en las manos de Cristo, buscando el poder divino que los habilite para hacer su voluntad. No están dispuestos a ser modelados a la semejanza divina. En forma general reconocen sus imperfecciones, pero no abandonan sus pecados particulares. Con cada acto erróneo se fortalece la vieja naturaleza egoísta" (Ibíd., P-29).

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. Cuando Jesús dijo: "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré" 0uan 14:13), ¿de qué modo crees que él definió "todo"? ¿De qué manera interpretarías Juan 15:7 en este sentido?
2. ¿Cómo se sienten los cristianos cuando pierden a un líder espiritual o un mentor importante? ¿Qué podemos hacer para encontrar una nueva fuente de poder espiritual? ¿Cuánto valor debemos asignarle a una persona, por más estímulo espiritual que haya sido para nosotros?

RESUMEN: En Juan 13-16 Jesús les enseñó a los discípulos cómo debían vivir sin su presencia física, como también lo hizo para la segunda generación de cristianos que tuvieron que vivir sin la presencia física de los discípulos. Mientras los seguidores de Jesús manifiestan su amor por la verdad mediante la obediencia con oración a los mandatos de Jesús, el Espíritu de verdad viene a ellos. Ese Espíritu nos recuerda las palabras y las enseñanzas de Jesús 0uan 14:26), nos guía a toda verdad, nos dice lo que necesitamos saber acerca del futuro (Juan 16:13) y glorifica a Jesús sobre esta tierra (vers. 15). Pero para los que han rechazado o ignorado los mandatos de Jesús, el Espíritu les da la convicción de pecado, justicia y juicio (vers. 8-11).