PENSAMIENTO CLAVE: Como el Buen Pastor, Jesús ofrece todo lo que necesitamos para una vida abundante.

NUESTRA VIDA SURGE DE SU MUERTE. Por indicación de su Padre, Jesús asistió tardíamente a la Fiesta de los Tabernáculos en el templo de Jerusalén. Fue como la presencia viviente del gran YO SOY. Se ofreció como la personificación del agua y la luz con las que se celebraba la fiesta    (Juan 7:37-39; 8:12; 9:5), pero fue mayormente rechazado por los asistentes a la fiesta. Al no haber logrado un impacto positivo en el corazón del sistema religioso, se extendió hacia el hombre ciego, una persona marginada por ese sistema, y creó la parábola viviente del Buen Pastor, que cuida aun a los marginados. Al acercarse al ciego, Jesús "mostró el contraste que había entre su carácter y el de los dirigentes de Israel" (DTG 442).

Como el Buen Pastor, Jesús ofrece su vida incluso a quienes se empeñan en encontrarla en otra parte. Él afirmó que sus ovejas "conocen su voz" (Juan 10:4). Los que entregan todo a Jesús reciben el privilegio de una relación profunda e íntima. Él es el amigo fiel que nunca nos dejará o nos abandonará. Él nos guiará en nuestros pensamientos e impresiones. Y él proporcionará vida plena, que tendrá una abundancia de significado, gozo y satisfacción.

En Palestina hay básicamente dos estaciones en el año: un verano extremadamente seco, que dura de cuatro a cinco meses (virtualmente sin lluvia), y una estación lluviosa de igual duración, que abarca el invierno. La Fiesta de los Tabernáculos llega en la época del año en que la sequía del verano generalmente está terminando. Se plantan los granos en invierno, y la cosecha de los frutos del verano se celebra con una fiesta.

La Fiesta de los Tabernáculos conmemora el Éxodo y el período de la peregrinación de Israel por el desierto (Lev. 23:43), cuando Dios les proveyó a los israelitas agua y luz (Éxo. 13:21, 22; 17:1-7). De modo que dos de los temas principales de la fiesta eran el agua (una ceremonia con agua era una característica importante de las festividades de cada día) y la luz (procesiones de antorchas por las noches). La gente vivía al aire libre, en estructuras temporarias (tiendas hechas con frondas de palmeras), recordándoles el cuidado y la protección de Dios en el desierto. Debían recordar que así como Dios proveyó agua, luz y comida a Israel en el desierto, del mismo modo también podía proveer a sus necesidades presentes.

¿Qué ofreció Jesús en lugar del agua ceremonial de la fiesta? Juan 7:37-39.
De acuerdo con Jesús, ¿qué representaba el tema de la luz en la fiesta? Juan 8:12.

Por medio de su anuncio en la fiesta de los Tabernáculos, Jesús aclaró que él era el personaje del que trataba la fiesta. Los poderosos hechos de Dios celebrados en la Fiesta de los Tabernáculos llegaban a ser realidades presentes en la persona y las enseñanzas de Jesús. Dios está dispuesto a darnos mucho más que meramente alimento, agua y luz natural. En Cristo, el gran poder manifestado por Dios en el Éxodo llega a ser real en nuestras vidas mediante la presencia divina del Espíritu Santo. Más aún, los cristianos llenos del Espíritu tienen la capacidad de transmitir el Espíritu a otros.
Jesús hizo afirmaciones con respecto a sí mismo (Juan 7:37-39; Juan 8:12). Si alguien te preguntara qué significa hacer las cosas que Jesús dijo allí, ¿qué responderías? ¿De qué manera has experimentado estas declaraciones y promesas en tu propia vida? ¿De qué modo ellas cambiaron tu vida?

¿Cuan importante consideró Jesús la expresión "YO SOY" como concepto? ¿Qué promesa se encuentra en esas palabras? ¿Qué nos está enseñando con esa declaración? Juan 8:24,28,58.

Las palabras "que yo soy el que afirmo ser", que aparecen en Juan 8:24, en la NVI, representan una interpretación útil suministrada por los traductores; el original dice sencillamente: "Yo soy".

En el Antiguo Testamento, las afirmaciones que utilizan la expresión "YO SOY" se aplican a Dios. En el Evangelio de Juan, Jesús las aplica a sí mismo. La salvación futura que fue prometida por los profetas ha llegado a ser una realidad presente en él. Él es el Buen Pastor revelado en Ezequiel 34 (Juan 10:11). Él es el Ser divino (Juan 8:24,28,58) que conoce por anticipado el futuro (Isa. 46:9,10; Juan 13:19).

En las afirmaciones de Jesús en las que utiliza la expresión "YO SOY" vemos una declaración de su divinidad. Él es el Yahweh del Antiguo Testamento, que descendió para ser el pastor de su pueblo, como lo habían prometido los profetas. Él era plena y verdaderamente Dios en el sentido más elevado, aun mientras caminaba sobre la tierra vestido en carne humana. Él preexistió durante toda la eternidad (Juan 8:58).

En las afirmaciones que utilizan la frase "YO SOY" hallamos la aseveración de que el futuro ha llegado a ser el presente en Cristo; él puede entregar las glorias prometidas del futuro reino del Antiguo Testamento a aquéllos que creen en él ahora. Porque estar en relación con Jesús es tener la abundancia del reino futuro ahora, por medio de la fe. En un sentido real, ya estamos viviendo en los lugares celestiales en Cristo Jesús (Efe. 2:6). No hay nada fuera del alcance de los que están en relación con Jesús. En los tiempos del Antiguo Testamento, Dios continuamente hizo cosas poderosas sobre la tierra. Pero, por causa de la cruz y mediante la obra del Espíritu, los poderosos actos de Dios están ahora disponibles en todas partes para todos los que están en Cristo.

Lee los siguientes versículos. ¿Qué están diciéndonos acerca de Cristo? Isa. 9:6; Miq. 5:2; Juan 3:13,31,32; Col. 1:16. ¿Qué significa esta verdad para nosotros? ¿Qué nos dice acerca de nuestro Dios?

Describe la curación del ciego y la investigación que hicieron los fariseos, en Juan 9:1-34. ¿Cuáles son algunas de las lecciones espirituales que podemos aprender de esta historia? ¿De qué modos podemos vernos reflejados a nosotros mismos en aquellos fariseos?

Al sanar al hombre, Jesús ofreció una parábola viviente para ilustrar su afirmación anterior: "Yo soy la luz del mundo" (Juan 8:12; 9:5). Como la luz del mundo, Jesús trajo la vista física a un hombre que había nacido ciego. Pero detrás de esta historia hay un significado más profundo.

La curación crea un dilema serio para los fariseos: por un lado, la curación señala la obra de un hombre aprobado por Dios; pero por causa de una curación que no era de emergencia, hecha en sábado, Jesús pareciera estar actuando como un falso profeta (Deut. 13:1-5). Lo gracioso de la historia reside en su ironía penetrante: el hombre que había sido ciego percibe más y más claramente que Jesús representa al verdadero Dios de Israel. Por otro lado, los fariseos, que ven claramente en el sentido físico, y que supuestamente eran los guardianes de la fe de Israel, llegan a estar más y más ciegos a la verdad acerca de Jesús.

¿De qué manera aplica Jesús a los fariseos la parábola viviente de la experiencia del hombre ciego? Juan 9:39-41.
Los fariseos rechazaron esa curación, lo que fue un símbolo de su repudio de la verdad acerca de Dios, que Jesús trajo al mundo. Su rechazo estaba arraigado en su ceguera voluntaria con respecto a las pretensiones de Jesús.

Aún hoy, pocas personas rechazan a Jesús por falta de evidencia. Generalmente lo repudian por una indisposición a permitir que él "altere" su estilo de vida. Es fácil encontrar excusas para no creer cuando estamos protegiendo algún pecado o alguna actitud acariciados (Juan 3:20,21). La verdadera raíz de la incredulidad está en los pecados no confesados ni abandonados. Estas cosas "ciegan" a la persona a las verdades acerca de Jesús. ¿Cómo puedes ayudar a alguien que parece estar en esta trampa espiritual?

En el capítulo 9, los versículos 35-41 preparan el escenario para el discurso del Buen Pastor registrado en el capítulo 10. Jesús se interesa en los menospreciados. Cuando los líderes del sistema religioso expulsaban a la gente basándose en su antipatía por Jesús, demostraban así su propia ceguera (Juan 9:39-41) y le daban a Jesús la oportunidad de atraer a esos despreciados hacia sí mismo.

Juan 10:1-21 está formado por dos partes: primero, está la historia de los pastores y sus ovejas (vers. 1-5), lo más semejante a una parábola en el Evangelio de Juan. Entonces, Jesús reflexiona sobre el significado de esta historia en los versículos 7-21.

¿A qué se refiere Juan 10:17,18? ¿Ese acto lo califica para ser el Buenl Pastor o, más bien, sucede porque ya es el Buen Pastor? Explica tu respuesta.

Los corrales, en la antigua Palestina, eran generalmente cuevas naturales. Los pastores conducían a las ovejas a la cueva en las últimas horas de la tarde, y el pastor se ponía a la entrada de la cueva y dormía allí. Cualquier ladrón o animal salvaje que intentara acceder a las ovejas tendría que pasar físicamente por encima del pastor para hacerlo. Donde no había cuevas disponibles se construía un muro de piedra, cerrando un espacio para las ovejas; y en un extremo había una abertura del tamaño suficiente para que el pastor pudiera bloquear la entrada con su cuerpo mientras dormía.  De modo que, cuando Jesús se describió como el Buen Pastor y como la puerta de las ovejas, los oyentes habrán reconocido que esos conceptos eran dos maneras distintas de describir la misma actividad.

Cuando Jesús se presentó como la puerta por la cual deben pasar las ovejas con el fin de estar a salvo, está reemplazando todos los demás métodos de salvación. No hay otro camino para entrar en el redil, excepto a través de la Puerta.

Lee Juan 10:1-5. ¿De qué modo conocen las ovejas la voz del Pastor? ¿De qué manera conoces tú la voz de tu Pastor, a diferencia de la de un extraño, un asalariado o un lobo?

Jesús contrasta al Buen Pastor con los otros dos tipos de personas que se relacionan con las ovejas: un tipo son los ladrones y salteadores. Ellos no invierten nada en las ovejas; están sólo interesados en lo que pueden ganar para sí mismos. Jesús, probablemente, pensaba en los jefes de los sacerdotes del templo, que daban la apariencia de piedad con el fin de recibir las ofrendas y los pagos que los adoradores traían consigo al templo.

El otro tipo, en contraste, era el asalariado, que no era dueño de las ovejas y que, por lo tanto, no tenía una preocupación personal por ellas. Él sólo las vigilaba para ganarse la vida. Cuando venía un animal salvaje, protegía lo único que le importaba, que era él mismo. Jesús probablemente pensaba en los fariseos del capítulo 9. Aunque estaban más involucrados con las necesidades y las preocupaciones de la gente que los principales sacerdotes, realmente no se preocupaban por las ovejas. Ellos no las conocían íntimamente, ni estaban dispuestos a poner sus vidas, ni siquiera sus reputaciones, por las ovejas.

¿Vemos esos tipos de personas en la iglesia cristiana actual? Si es así, ¿cuáles son las características que manifiestan?
Como el Buen Pastor, Jesús reclamaba para sí a las personas marginadas por los líderes religiosos (Juan 9:34-38). La historia del Buen Pastor era una reprensión para quienes, en su maltrato al ciego de nacimiento, demostraban su verdadero carácter de asalariados 0uan 9:40).

Jesús nos invita a tener la misma clase de preocupación solícita por los demás que el Buen Pastor tiene por sus ovejas. La persona que realmente se preocupa por la familia, los vecinos y los amigos nunca será abusadora ni agresiva (como lo fueron los fariseos de Juan 9), sino que procurará actuar a partir de su preocupación por el beneficio de sus semejantes. El mundo está lleno de tristeza, llanto, dolor y muerte. Hay una necesidad ilimitada de personas que, a partir de la fuerza que han recibido de Cristo, salgan a edificar y animar a otros. Tales subpastores encontrarán también, en esa tarea, vida abundante para ellos mismos.

Tal vez no seamos pastores, pero ¿de qué modo podemos actuar como pastores? ¿De qué manera podemos evitar, aun sin quererlo, llegar a ser asalariados o salteadores?

Compara Juan 10:1-21 con las otras dos historias de ovejas y su pastor en los evangelios (Mat. 18:10-14; Lúe. 15:3-7). Nota las semejanzas entre los tres pasajes y las características distintivas de cada uno de ellos. ¿Quién desempeña el papel del Pastor en cada uno de esos otros registros, y de qué modo las lecciones de Mateo y Lucas se comparan con la lección de Juan 10?

PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. ¿De qué modo podemos obtener la clase de discernimiento que necesitamos para lograr diferenciar al verdadero Pastor de los asalariados, o aun de los salteadores?
2. Compara lo que ocurre con las ovejas cuando están en manos del asalariado o del ladrón. ¿Cuál es la diferencia?
3. ¿De qué manera se parecen las ovejas a los seres humanos, y en qué se diferencian? ¿Qué aspecto de la conducta de las ovejas es la razón más probable de que Jesús presentara esta analogía?
4. ¿Es tu iglesia un lugar amistoso para los marginados? ¿Hay algunos tipos de personas en tu iglesia que son más "aceptables" que otros? ¿Por qué es eso así?

RESUMEN: "Muchos de los que oyeron a Jesús (en la Fiesta de los Tabernáculos) lloraban esperanzas frustradas; muchos alimentaban un agravio secreto; muchos estaban tratando de satisfacer su inquieto anhelo con las cosas del mundo y la alabanza de los hombres; pero cuando habían ganado todo encontraban que habían trabajado tan sólo para llegar a una cisterna rota en la cual no podían aplacar su sed" (DTG 417,418).

Para aquéllos que han sido heridos y magullados por la vida, el Evangelio ofrece a Jesús como la clave para tener una vida abundante (Juan 10:10). Él es el Agua y la Luz, la Puerta y el Buen Pastor.